Foto tomada de El Tiempo
Es una historia real, me sucedió, al igual que en Israel me abrieron las maletas y me tiraron todo al piso, me partieron los tambores y a mi novia la encerraron a preguntarle ¿Por qué estas viajando con un colombiano? En España lo primero que me dijo la “amable” oficial de inmigración es ¿Qué hace acá, es que tiene mucho dinero o viene traficando? Y así por el planeta entero. Y respondiendo a la pregunta de la oficial Española y de paso aclarar lo mismo a los lectores, ¡no!, no tengo mucho dinero, no soy millonario, disto mucho de serlo, solamente aprendí a viajar de mochilero y así me conocí casi el planeta entero.
Mi pecado siempre fue ser colombiano, por eso bendigo el día en el que me entregaron el pasaporte salvadoreño, que fue lo único bueno junto con mi esposa que pude heredar de ese país que no se si está igual o más destrozado que El Lupanar. Ese día deje de ser ante los ojos del mundo un narco, un sicario, un avivato o un ladrón para convertirme en un ciudadano de algún país extraño que nadie conoce y que no le piden visa sino para USA y uno que otro país de aquellos a los que nunca se va.
En El Lupanar estamos encerrados, miren, hagan la prueba averiguando tiquetes aéreos, los precios son absurdos, ridículos, como todo en Colombia, un carro vale 30 veces lo que vale en otro lado. Acá un Renault 4 año 75 vale lo mismo que un BMW del 98 en todo el planeta. Acá nos roban, nos meten el dedo por todas partes y a nosotros nos encanta. ¡Pero ojo!!! Esos precios no suben porque sí, es por los malditos impuestos ladrones e increíbles que tenemos en El Lupanar. Si ustedes investigan, un Renault 4 año 75 afuera vale lo mismo que una empanada, pero los malditos impuestos que deben robar para alimentar a las familias del atado de vagos que trabaja en el gobierno, la DIAN y otros organismos hace que las cosas multipliquen su valor hasta el punto de la absurdez. Miren los pasajes, un pasaje a Paris vale 797.200 pesos, eso es lo que cobra la aerolínea, pero con los impuestos ladrones de Colombia usted tiene que pagar 2.457.318, es decir, el impuesto es dos veces lo del tiquete. Bravo… Dios mío ¿Por qué no fui Sueco?
Desde niños a los Colombianos les enseñan que viajar es imposible, que lo mejor es quedarse, que hay que ser rico para ir a Cartagena ahora imagínense a Miami que se convirtió en el paraíso de los traquetos wannabe y los restaurantes de bandeja paisa a 20 dólares. Nos enseñan leyendas urbanas idiotas como que a los colombianos nos tienen miedo en el exterior cuando en realidad somos a los primeros que nos matan, nos agarran de carne de cañón, nos la “montan”. Nos meten el cuento de que el colombiano es vivo y trabaja donde sea cuando la verdad es que somos un atado de vagos y que la mayoría que sale es a robar, ser parte de pandillas o a “torcer” a los de fuera.
En El Salvador conocí a un colombiano recién llegado, estaba arrancado sin un peso, cuando lo conocí me contó sus planes, no eran muy ambiciosos, quería salir de Colombia, buscar un mejor futuro, le habían contado que El Salvador era tal vez un buen destino, lo acababan de dolarizar, era pequeño, lleno de corrupción y según su fuente fácil para encontrar un trabajo. Ese día lo invite a almorzar.
Lo volví a encontrar por casualidad un par de años después en un rancho en la playa de un famoso cantante de música tropical, ahora era rico, manejaba un Lexus color crema y andaba un celular el cual me ofreció para llamar “todo lo que quisiera” al lupanar, -dale, llama, eso no importa, está desbloqueado- ese día me invitó a almorzar.
¿Qué hiciste? Le pregunté y él me contó que había sido fácil, duro tres meses casi en la indigencia, no consiguió trabajo y entonces en uno de esos momentos de “lucidez lupanaresca” se dio cuenta de que en El Salvador la gente estaba llena de fe y que un falso profeta llamado Tobi, era multimillonario con un imperio cristiano al que accedían miles de clientes semanales. Que predicaba a cristo con la estrella de David en el altar, que era “Coyote” es decir que traficaba personas y que vendía hasta su propia comida. Así que se apresuró a fundar su propia secta pero de brujos, de esos que leen las cartas, el tarot, el cigarrillo, que ligan y traen al ser querido, etc. Y ahora era todo un magnate y se burlaba sin cesar de los pobres que habían caído en sus redes. Tres meses después fue deportado.
Estamos enjaulados y cuando nos sueltan somos como primates en un campo por primera vez, nos desatamos, abusamos de los demás, saqueamos sus países, nos apropiamos sin permiso y creemos que todo lo que hacemos lo hacemos bien, en resumen somos una plaga asquerosa.
¿Culpa de quién? De todos, que vemos todo lejano, que vemos un mono con ojos claros hablando raro y nos bajamos los pantalones porque pensamos que es de marte, porque al colombiano le falta mundo, le falta educación, le falta ser más persona. Por eso tal vez el gobierno en lugar de hacernos daño nos está es haciendo un favor al no permitir que salgamos de esta tierra en donde el peligro es quedarse, y con ese mismo cuento y el de la selección Colombia nos mantuvieron a todos acá. ¿Quiénes salen? Los bebes de papi que están destinados a universidades extranjeras, los guerreros que se van como sea y los extraditados. El resto, si hace una vez en su vida, un viaje a Disney, eso es terrible, publican en Facebook hasta el pedo que se tiran después de comerse la bandeja paisa de 20 dólares en Miami. Ñeros!!!
MUNDIAL DE FÚTBOL FIFA LUPANAR 1986. No lo hicimos porque estábamos muy ocupados matándonos entre todos… LARGA VIDA AL LUPANAR!!!