Hace un par de años estaba en la ciudad de Los Angeles, era
mi segunda visita creo y me había pasado de todo, tuve una pelea terrible en el
Metro con un tipo parecido a un orangután que me tildó de Mexicano espalda
mojada, unos mareros salvadoreños me preguntaban en el centro como era Colombia
y cuando nos echábamos un “Juanes”, Agarraron a piedra el bus en donde iba con
mi cuñada porque un pandillero se montó ahí por lo lados de Compton, en fin…
tuve varias experiencias raras en esa ciudad de locos. Mi (en ese entonces)
cuñado me dice ¿Pero a vos porque te pasan esas cosas?
Esa respuesta es muy común ¿Por qué a usted le pasa eso? ¡Eso
no puede ser así!, ¡Estás exagerando!, etc. Y se debe a las realidades. Verán,
la realidad es diferente para cada persona, pero existe una realidad que es la
verdadera. En Colombia por ejemplo la realidad verdadera es la que usted tiene
en su cabeza, porque el colombiano jura que todo lo que sabe es ley y que los
demás son ignorantes y están equivocados. Por eso las realidades cambian de
acuerdo a la persona con la que uno hable. El cristiano piensa que el ateo es
un estúpido ignorante, así como el ateo piensa que el cristiano es un fanático
pendejo, el Uribista piensa que Petro y la izquierda son unos cabrones
retrasados así como el Izquierdista Petrista piensa que los de derecha son
oligarcas imperialistas comemierdas. El negro que el blanco es una garra y el
blanco que el negro es lo peor. Y así, vamos cambiando de realidad y lo peor es
que algunas las imponen.
En Los Angeles le dije a mi cuñado que él no veía todo eso
porque se levantaba a las 5AM en una ciudad en donde literalmente todo el mundo
tiene un carro y se va al trabajo de donde sale a las 6PM, regresa a su casa o
a la de la amiga para pasarla bien y asi seguir su rutina que solo rompe el
domingo cuando de nuevo agarra su carro o su moto y sale a dar un paseo
generalmente a un lugar turístico bien custodiado. Entonces él vive en otra
realidad que no es la de Los Angeles, el no anda en Metro, no camina por el
centro de noche, no se enfrenta con los miles de indigentes y pandilleros de la
calle, él vive otro mundo que la sociedad creo para él, para que no se diera
cuenta de la realidad.
Acá en Colombia es al revés, todos nos damos cuenta de la
realidad pero nos obligamos a cambiarla con la nuestra, con la propia, para
justificar la indigencia en la que vivimos, las faltas de oportunidades, la
confusión, la búsqueda de destino e identidad, cada uno en su cabeza se crea su
mundo y lo defiende a muerte por más absurdo que sea y estos mundos imaginarios
los llevamos a la vida de los demás, vendiéndoselos, imponiéndoselos, sin
llegar a un consenso de nada, al final prevalece el mundo del más fuerte, del
que más dinero tiene o del que por alguna forma logró volverlo ley.
Por eso la realidad es tan importante, por eso debe haber
una que sea común, en la que vivamos todos, no se trata de ser tolerante, eso
es una pendejada. Se trata de tener cosas en común, por ejemplo “El cielo es
azul de día”, es una realidad común, ya si usted le saca filosofía o lo ve de
otro color entonces es su mundo imaginario queriendo ser defendido. ¿Por qué entonces
al igual que el cielo azul de día no podemos tener otras realidades comunes:
Los colombianos somos picaros y torcidos, los colombianos no trabajamos porque
queremos ser ricos ya y como sea, los colombianos somos groseros, los
colombianos usamos nuestras amistades para escalar posiciones, es un país sin oportunidades
iguales para todos, es una ciudad que está al borde del colapso, y así… una
lista enorme de realidades que tenemos en la cara pero que cada uno tapa con su
propio mundo.
Larga vida al lupanar!!!