LAS CRÓNICAS DEL LUPANAR

No se tapa el sol con las manos

TRANS-INFIERNO


En pleno 2014, miro al cielo cada día esperando ver los carros que vuelan, las maquinas que nos separen aún más entre los que están arriba y los que siguen en el suelo. 2014 y no tenemos nada, lo mismo de siempre, ¿Qué nos separa del medioevo… un Iphone? Y en la majestuosidad del pensamiento de los grandes estrategas y académicos de este lupanar nació la brillante y monumental idea de crear el sistema de transporte “del futuro”: El Transmilenio, que básicamente consistía en sacar de circulación cientos de buses para ser reemplazados por otros buses más viejos y lentos, eso sí, recién pintados, con la diferencia que para tomar estos toca caminar cinco kilómetros para entrar a la estación.

La idea no era ni tan mala fíjense, al tener el carril exclusivo para los buses en la teoría era magnifico, no importa que el pasaje sea de los más caros del mundo para transporte público porque ni en Suecia vale tanto guardando las proporciones, lo que no pensaron es que el sistema iba a operar en Colombia, en Bogotá, eso es como soltar un gallo de pelea a enfrentarse con una aplanadora. Por más lindo y mejor planeado que tengan ese sistema los que lo íbamos a usar éramos las vacas colombianas, el ganado, el ripio.

Usar Transmilenio es un acto de valentía absoluta, en Transmilenio empujan, roban, matan, sí, matan, se tiran pedos encima de todos, venden dulces, cantan reguetón, cantan vallenato, se “estrujan” unos a otros, se dan en la jeta, es la radiografía absoluta de la decadencia triste en la que vivimos en el lupanar.

Los viejitos se suben con el pecho en alto, insultando y mirando mal, saben que tienen derecho a una silla azul, la misma que usan los bazuqueros, ebrios y comemierdas que creen que tienen derecho a ellas solo porque sí. Pero los ancianos se han vuelto agresivos, tal vez cansados de tanta “montadera” durante años, ahora pelean, putean, madrean, son maleducados, mejor dicho son fastidiosos.

Los de la música a todo volumen, esos que creen que todos disfrutamos de la aberración que escuchan, muy diferente a nuestra aberración, ¿somos racistas en Colombia? lo somos, pero los estereotipos también los construyen ellos mismos, he visto varios hombres negros dos metros con grabadora tipo ochentera escuchando hip hop a todo volumen, no importa, me los aguanto, al final todos en los 80’s querían ser así, pero eso mp3 players con Reguetón a todo volumen o champeta de la más criolla, hermano, no lo hagan, no lo hagan!!!

Los ladrones, que no sirvieron para otra cosa en la vida más que para robar, a mí me sacaron todo, celular papeles, plata en un segundo y cuando salí a reclamar el policía casi me lleva es a mí, porque claro esto es el lupanar, en donde la policía le tiene miedo a los delincuentes y solo sirve para pedir la cédula a la entrada de la estación.

Los borrachos que se montan a querer ser el show, a meterse con todo el mundo, hasta que alguno no se aguanta y le mete su coñazo y ahí viene el problema... si usted es un borracho insoportable al menos ahorre lo que le sobra del Eduardo Tercero para un taxi no moleste a los demás.

Los asesinos que rondan por ahí, los que han matado, le han quitado la vida a otras personas en Transmilenio, como el caso de aquel hombre al que apuñalaron por pedirle a un desadaptado que no se orinara en la estación, ¿hasta eso hemos llegado? Este lupanar es tan podrido, tan patético que hasta eso hemos llegado?

Se estrellan, hay accidentes a diario, algunos graves, arrollan peatones, heridos, pocos buses, definitivamente la sociedad retratada.

En todos los países los niños, estudiantes y ancianos no pagan los pasajes de transporte público, acá es un pecado si un niño se mete por debajo, este país no le da oportunidad a nadie, este país no le perdona cien pesos que van para las arcas de los que más tienen, es un país sin responsabilidad social, un país de ladrones.

Los túneles, uno no se da cuenta pero entre las estaciones y los túneles ya caminaron media ciudad, ¿para que el bus entonces? 10 minutos en el bus y dos horas caminando a tomarlo y al destino, es algo idiota.

Las aglomeraciones, a la gente no le interesa nada, es una gran porquería, es una bazofia, es una defecación de la civilización, es que hasta el video en China en donde meten a la fuerza a la gente al metro se ve más respetuoso que este zoológico rodante.


Dios mío ¿Por qué no fui Sueco?